Me encanta viajar y por el hecho de seguir una dieta estricta no voy a dejar de hacerlo. Cada vez que voy de viaje aprendo cómo sobrevivir y llevar la mejor alimentación posible.
En primer lugar pensé en el avión. De Barcelona a San Francisco en vuelo directo son 13 h aproximadamente, tenía que llevarme algo de comida sí o sí. Me llevé tortitas de arroz, queso de oveja y almendras. Durante el vuelo me pedí una infusión relajante, tampoco me apeteció comer nada más.
También es importante llevarte algunos productos que te pueden ser útiles en la maleta, en mi caso me llevé arroz basmati, tapioca, fideos de arroz, almendras e infusiones. Es verdad que en Estados Unidos hay grandes supermercados donde puedes encontrar casi de todo. Una cosa muy importante que me dejé fue una botella pequeña de AOVE, porque mejor que el de aquí allí no lo encontré y era bastante más caro.
La ruta duró unos 10 días, y teníamos todos los alojamientos reservados, intentamos que la mayoría tuvieran cocina para poder hacer alguna comida casera, pero llegábamos muy tarde, muy cansados y en la mayoría de sitios eran cocinas en las que no apetecía nada cocinar, con solo un microondas o todo de plástico. Nos dimos cuenta que la cultura es diferente y que para ellos cocinar es poner un bote de noodles en el microondas.
A continuación, os dejo las fotos de algunas de mis comidas durante el viaje.
Para desayunar normalmente comía huevo, bacon y me traía un aguacate y pan sin gluten del supermercado con una infusión. Para comer y para cenar, si había la posibilidad de ensalada sin ninguna salsa, lo escogíamos. Muchas veces fuimos a restaurantes asiáticos, siempre encontraba arroz, sopa miso, sushi… que es bueno para mí, más o menos. La verdad es que me lo esperaba peor y pude disfrutar bastante de la comida.
